Análisis Red Faction: Armageddon

     Nos encontramos en Marte, somos un soldado de la Red Faction y debemos acabar con Hale, un rebelde que quiere hacerse con el control de Marte. Fracasamos en nuestra misión y Hale activa una especie de bomba que hace de Marte un lugar inhabitable por lo cual, la raza humana se verá obligada a subsistir bajo tierra. Allí, pasados unos años y tras la supuesta muerte de Hale, nos encargan una misión que acaba siendo un desastre tal que acabamos despertando unas criaturas alienígenas muy poco amigables.

     La historia de este juego parece bastante simple y efectivamente, lo es, puede que no parezca gran cosa, pero es lo suficientemente entretenida como para seguir jugando hasta acabárselo. Además, en el juego, nos acompañará una IA que le dará toques graciosos al juego, como discusiones entre el protagonista y la IA pero en ningún momento llega a ser pedante, como suele pasar con las IA de algunos juegos.

     En este juego contamos con una amplia variedad de armas, como un fusil de asalto, distintos tipos de lanzagranadas e incluso un arma que lanza agujeros negros (el mejor arma de todo el juego sin lugar a dudas).
     A parte de la gran variedad de armas nos encontraremos con múltiples situaciones, y vehículos que podremos manejar, como torretas fijas, un exo-esqueleto, o incluso una nave. Aunque los momentos en vehículos los alargaron demasiado y llegará un momento en el que estaremos aburridos y deseosos de que acabe ya esa parte.

     Aparte de las armas, dispondremos de la "nanoforja" una muñequera que lleva nuestro protagonista que nos permite dar unos puñetazos más eficaces que la propia escopeta (y lo digo en serio, hace más daño que la escopeta) y además podremos reparar estructuras que hayan sido destruidas, como puentes o diversos objetos en los que cubrirnos del fuego enemigo.
     Aparte de reconstruir edificios también podremos derribarlos al más puro estilo de Battlefield, que es, posiblemente, lo mejor del juego. Podremos derribar edificios enteros, hasta dejar únicamente un montón de escombros. Aunque esto está muy bien echo tiene un fallo un tanto llamativo por ejemplo, un edificio está sujeto por 4 columnas, teóricamente si derribas 3 el edificio se tiene que venir a bajo pero aquí no, solo se desploma cuando todos sus soportes son destruidos.

Un ejemplo de lo que acabo de decir

     Destruyendo edificios, matando enemigos y buscando por el mapeado encontraremos chatarra. Esta chatarra sirve para comprar diversas habilidades y mejoras para nuestro personaje tales como más salud, ataques cuerpo a cuerpo más dañinos o incluso varios poderes como generar campos de fuerza para evitar los ataques enemigos. El problema de esto es que puedes pasar perfectamente la mayor parte del juego sin comprar apenas habilidades, por que solo notaremos una leve mejora.

     Los enemigos de este juego son bastante repetitivos, vienen siendo el mismo mounstruo siempre pero añadiendoles un poco más de vida, la capacidad de disparar o así. Además, a partir de la mitad del juego nos daremos cuenta de que no aparecen más enemigos distintos lo cual hacen al juego repetitivo.
     Luego, aparte de los alienígenas, están los subditos del ya mencionado Hale, estos aportan algo más de variedad al juego dado que son los únicos hominidos contra los que nos enfrentaremos pero, estos solo nos los encontramos al principio del juego y alguna vez suelta por ahí, desde mi punto de vista, estos enemigos podrían haberse aprovechado más.

     Este juego podría haber dado más de sí, hay un montón de ideas puestas en él pero al final se vuelve muy repetitivo y a excepción de la historia y algunos momentos todo es igual. Cuando pasas la mitad del juego es cuando ya te empiezas a cansar de ver siempre a los mismos enemigos, aunque sinceramente, hasta ese punto es un juego bastante entretenido y repito, la historia es lo que lo salva aunque no es comparable a, por ejemplo, la historia de Spec Ops: The Line, aunque quizá no sea el mejor juego con el que compararlo.

Head shot en 3, 2, 1...